NO TOQUES LA CAMPANA

Los SEALs tienen un componente especial llamado Hell Week. Consiste en que los candidatos a Navy SEALs pasen por un entrenamiento operacional de agua y frío el cual es  extremadamente duro con menos de cuatro horas de sueño. Este entrenamiento es famoso por ser el entrenamiento más arduo en los militares de los Estados Unidos.

Desafía los límites máximos de la resistencia física, la resistencia mental, el dolor extremo, las temperaturas de congelación, la mentalidad, la cooperación con los demás reclutas y la capacidad de actuar bajo un inmenso estrés físico y mental, además de la privación severa del sueño. Durante este entrenamiento, los reclutas comerán hasta 7,000 calorías al día y seguirán perdiendo peso.

El régimen de entrenamiento para convertirse en un SEAL de la Marina puede parecer increíblemente intimidante, pero hay una cosa que puede deshacer todo el proceso: Tocar la campana. Tocar la campana durante el entrenamiento es la señal de que uno se ha rendido.

Una vez que la resolución de que ya no pueden manejarlo más y que es una hazaña imposible, tan pronto como tocan la campana, quedan descalificado. Las carreras de 500 yardas, cuatro millas y cientos de flexiones ya no están en su agenda. Aunque proporciona un alivio inmediato, es la decisión final que su objetivo de convertirse en un SEALs de la Marina ha claudicado.

A pesar de que tomaron la iniciativa de intentarlo y llegaron tan lejos, el poco de alivio que proporciona el toque de la campana también viene con la decepción del fracaso. Por cada día que no tocan la campana, están un día más cerca de lograr su objetivo y un paso más para dar el éxito. Es un signo de resiliencia y perseverancia y la negativa a rendirse incluso ante los desafíos.

La actitud de los SEALs es superar la tentación de ceder al fracaso una y otra vez. Aun así, es obvio que esto no es una hazaña fácil, ya que el 80% de los candidatos de SEAL no llegan a la capacitación de BUD / S.

Es posible que no nos enfrentemos a un entrenamiento mental o físico tan cruel como el de un SEAL, pero aún puedes quitarte la idea de tocar la campana.

Resuelve en tu mente, nunca tocar la campana en tu vida diaria.

No te rindas y te prives de las metas que deseas alcanzar. No tomes el camino fácil y te premies con pequeñas recompensas. Recuerda que tu eres tu propio obstáculo, y que al final del día, todas tus fallas serán tu propia responsabilidad.

Necesitas mantenerte determinado y motivado para aprovechar al máximo tu potencial.Si desea realizar cualquier cosa que te propongas, debes recordar…

¡NUNCA TOCAR LA CAMPANA!

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