Posiblemente te identifiques con este post ya que puede ser que al leerlo sientas que te describe o creas que hablo de ti, como sea, si estás parado al borde del querer hacer realidad tu sueño, pero dudas y no sabes si estás o no listo para ello, te invito a que recuerdes una situación que te haya pasado en la cual tomaste acción diciéndote a ti mismo: “Basta”, No más excusas”, “Es hora de hacer que las cosas cambien”. Bien, pues con esa misma determinación repítelo en tu interior y no sigas posponiendo ese siguiente paso, como digo yo…!Aviéntate al ruedo!
Al escribir este post no puedo ser incongruente, muchas cosas que tengo en mente he llegado a ese borde listo para aventarme pero al igual que muchos a veces dudamos y nos cuestionamos cosas que creo no deberían importarnos, hace algunos años si le daba importancia y dudaba de “amigos”, familiares al preguntarme ¿Qué pensarían ellos al saber que estoy haciendo esto? ¿Seguro se van a reir de mi? ¿No quiero ser la burla de ellos? todas estas interrogantes me hacían dudar y lo peor, que no tomara acción, que no me aventará de ese borde, saber que el miedo solo dura unos segundos o menos de un segundo, pero cuando ya te aventaste sabes que no te queda de otra más que seguir.
Muchas veces es más fácil quedarnos inmóviles en nuestra zona de confort, aún sabiendo que ya no disfrutamos estar en ese lugar, y sólo por el hecho de que se ocupa menos esfuerzo para quedarnos donde no queremos estar, que respirar y agarrar fuerzas para poder hacer ese cambio e ir a donde queremos llegar, porque como bien sabemos lo desconocido, lo desconocido suele ser algo o mejor dicho bastante abrumador.
La realidad es que hoy lo que piensen o digan ya no me interesa al fin y al cabo estas personas creo ni siquiera lo intentaría, así que su opinión para mi no es valida, a lo que en estos momentos me viene a la mente un término que escuché hace algunos años relacionados a este tipo de situación… ¡IMPORTACULISMO! (Me importa un culo lo que digas, hagas o pienses.)
De igual manera sé que los cambios son necesarios para crecer y madurar y que si no hacemos algo para cambiar lo que queremos en nosotros mismos, muy difícilmente las cosas cambiará por sí solas, a lo que en estos precisos momentos me estoy acordando de que después de entrenar en la madrugada escribí en mi estado “Si no haces que ocurran cosas, entonces las cosas te ocurrirán a ti” y dejar que las cosas te ocurran a ti puede ser bueno o tal vez malo, por lo tanto mejor trato de hacer que las cosas ocurran a mi favor.
Pero una de las cosas que suceden cuando uno quiere hacer ese cambio y es que uno quiere jugar a la segura y se cuestiona ¿Cómo sé que estoy listo para ese cambio? Y la verdad es que muy difícil saberlo.
Tal vez muchos emprendedores tienen lo que se necesita para poder realizar sus proyectos, pero por alguna razón esperan la aprobación de alguien para ponerse en acción, ellos quieren la aceptación de otros y que les digan que están en el camino correcto y que el éxito se lo toparán de frente, y la verdad es que no necesitamos la aprobación de nadie para conseguir eso que estamos soñando.
Y es que a veces dadas las circunstancias somos empujados a llevar a cabo aquello que estamos posponiendo, y otra veces, nuestras propias decisiones, conscientes o no, hacen que tengamos que movernos y no precisamente en los momentos más oportunos. Posiblemente si estamos atentos a nuestro entorno recibamos esa gran señal que nos indique que estamos listos y que es ahora o nunca.
Así que si existe algún sueño que has venido retrasando porque crees que aún no estás listo o porque aún no tienes la señal color verde, sería bueno que que leas esto: Nunca va a haber un mejor tiempo que el momento que estás viviendo ahora mismo. Así que sigues dudando o crees que necesitas la aprobación o necesitas ese pequeño empujón para que te saque del borde y te avientes por tu sueño o cualquier otro pretexto que te hayas inventado y que te impide avanzar, pregúntate ¿No crees que has estado posponiendo por demasiado tiempo tu decisión? Tu sabes la respuesta.
Y para terminar mi post recuerda, que si te quedas ahí posponiendo por mucho tiempo, muy pronto alguien llegará y verás que esa persona no se la pensó tanto y consiguió algo muy similar o igual a lo que tu estabas soñando lograr.
Recuerda no importa que tan joven o viejo puedas ser, tus mejores días realmente aún no han llegado.